miércoles, 5 de febrero de 2020

Del terruño a la Tierra, sin olvidar a las familias



               La historia de la humanidad puede leerse como una lucha entre las fuerzas centrípetas y centrífugas; los esfuerzos para la centralización territorial del poder político son contrarrestados por las exigencias de descentralización. En cada momento han prevalecido las fuerzas acordes con el alcance territorial de los problemas. La tecnología ha jugado un papel fundamental tanto en la delimitación de los problemas como de las soluciones.
               Los humanos empezaron organizándose en tribus para solucionar sus problemas comunes, la mayoría de ámbito comarcal. Algunas tribus se convirtieron en comunidades regionales y fueron creciendo y creciendo hasta soñar en imperios. Estos imperios impuestos desde arriba fracasaron. No era posible controlar por la fuerza unidades territoriales tan extensas como innecesarias. La Edad Moderna construyó los estados-nación para solucionar los problemas que resultaban inaccesibles para las regiones en las que se fragmentó el Imperio Romano. Hoy, el estado-nación vuelve a quedar pequeño ante la creciente globalización de los problemas. Estoy pensando en el calentamiento global, las crisis financieras, las migraciones o la misma defensa nacional... La respuesta a las nuevas necesidades ha venido de organizaciones supranacionales como la ONU y la UE.
Quienes tratan de solucionar los problemas actuales de convivencia con estructuras políticas de la Edad Media o Moderna, están dando un paso atrás que les priva de la perspectiva adecuada. Lo que sí debemos exigir a los organismos supranacionales es que se limiten a regular lo imprescindible y respeten la autonomía de los entes inferiores.
En el planeta que nos ha tocado vivir solo existen dos comunidades políticas naturales: el mundo y el municipio/comarca. Afortunadamente, hay vida más allá de la política. La descentralización no acaba en el estado-nación, ni en el gobierno regional o municipal. Acaba y empieza en las personas, las familias y la sociedad civil. Antes del terruño estaban las familias. Más allá de la Tierra como unidad política siguen estando las familias.
La Tribuna de Albacete (10/02/2020)