domingo, 6 de enero de 2019

Carta del Rey Melchor

¡Feliz 2019 a los ciudadanos del Reino de España! Soy el Rey Melchor, no hace falta que me presente. Tampoco necesitan presentación mis colaboradores Gaspar y Baltasar, ni mi competidor Papa Noel. El hecho de que todos nos conozcáis demuestra que somos reyes. Si fuéramos presidentes de una república parlamentaria nadie nos conocería ni podríamos representar eficazmente a nadie. ¿O alguien sabe cómo se llama el presidente de la República de Italia?
Diferente es la situación en las repúblicas presidencialistas, tipo EE.UU. o Francia. Sus presidentes son más conocidos pues, además de representar al país, detentan las riendas de la política. Los problemas son de otra índole. ¿Algún votante del Partido Demócrata se sentirá representado por el líder del Partido Republicano, Donald Trump? Evidentemente que no, como tampoco los votantes republicanos se fiaban de Barak Obama durante los ocho años de su mandato.
Ahí radica la ventaja de la monarquía sobre la república. Las pocas o muchas tareas que la Constitución asigne al Rey, podrá ejercerlas con mayor neutralidad pues no se debe a nadie. Por otra parte, la visibilidad que imprime la permanencia en el cargo, facilita su función de representación.
Algunos detestáis la monarquía porque el rey no es elegido por la mayoría de los ciudadanos. Mi pregunta: ¿acaso Pedro Sánchez o Mariano Rajoy fueron elegidos por la mayoría de los españoles? La legitimidad del Jefe del Ejecutivo deriva del sistema electoral y parlamentario aprobado en 1978 por el 88% de los españoles. Esa misma Constitución instauró la monarquía constitucional y legitima al Jefe de Estado, el Rey. 
Queridos españoles, lo que nos habéis de exigir a los monarcas es que cada año renovemos el compromiso de sacrificar nuestros intereses personales para servir limpiamente al Estado. No es fácil.

La Tribuna de Albacete (06/01/2019)