“Año de
nieves, año de bienes”, dice el refranero. Y como los agricultores se lo
creían, aquel año sembraban más, trabajaban los campos con esmero y no
escatimaban el abono. La mayoría conseguía una cosecha espléndida. Normal, ¿no?
Este tipo de
fenómenos aparecen en múltiples facetas de la actividad humana. Los economistas
hablan de “self fulfilled prophecies”: profecías que se cumplen por el mero
hecho de creer en ellas. Imaginemos que los organismos económicos repiten por
activa y por pasiva que la crisis ya está superada, que los empresarios se
creen el anuncio y se animan a emprender nuevos negocios o ampliar los
existentes. El resultado no puede ser otro que la recuperación del empleo.
Lamentablemente,
la nieve causa también estragos y hay quien los aprovecha para linchar al
adversario político. Si un millar de vehículos quedan atrapados en la autovía,
estos agoreros de desastres culparán primero a la Dirección General de Tráfico
y luego al Consejero o Ministro del ramo con el objetivo final de fulminar al
Presidente de la Comunidad o de la Nación. La nieve en invierno y el fuego en
verano, se utilizan para desgastar a los gobernantes y conseguir con los gritos
de los indignados lo que no consiguieron con los votos de los ciudadanos.
Estos
episodios, que se repiten año tras año, ponen de relieve que vivimos en una
sociedad híper-politizada. Nos interesa convertir al Gobierno en el responsable
último de todas nuestras desgracias y esperar a que nos saque las castañas del
fuego. La responsabilidad personal queda cada vez más diluida. Poco a poco
vamos perdiendo la capacidad de prevenir los riesgos y para afrontarlos con
entereza. Si se anuncia nieve, somos nosotros, conductores, los responsables de
cargar las cadenas o posponer el viaje. Si sabemos que la economía avanza de
forma cíclica hemos de estar preparados, intelectual y psicológicamente, para un
cambio de trabajo y, tal vez, de domicilio. Ciertamente, es más fácil culpar al
Gobierno de todo lo malo que nos ocurre. Pero, ¿sirve de algo?
La Tribuna de Albacete (15/01/2017)