domingo, 20 de noviembre de 2016

Pensiones: flexibiliza y vencerás

Más injusto me parece ver a
mileuristas sustentando a sus acaudalados padres

Volvemos al tema de las pensiones. Habremos de hacerlo recurrentemente pues un sistema de reparto, como el vigente en España y en casi todo el mundo, solo es sostenible si se adapta periódicamente a cambios estructurales en la dinámica de la población. En principio, la hucha de las pensiones habría de bastar para solucionar los problemas coyunturales, digamos la reducción del número de cotizantes en la parte baja del ciclo económico. Esa hucha no puede resolver, empero, los desequilibrios permanentes o estructurales asociados a la mayor longevidad de los jubilados y/o al encarecimiento de la pensión media. Esto es lo que ha pasado en España cuando han empezado a jubilarse personas que por llevar toda su vida cotizando tienen derecho casi al 100 por cien de un salario históricamente elevado.
A mi entender, la solución lógica pasa por ajustar el porcentaje del salario a percibir por los pensionistas. Para evitar el oportunismo político, convendría pautarlo por décadas. Un comité de expertos daría su recomendación, digamos: “en la próxima década el porcentaje medio de pensión pasará del 90 al 80 por cien del salario de los cinco últimos años laborales”. La recomendación debería ser aprobada por el Parlamento. En caso de rechazarla, habrían de buscarse nuevos encajes con una restricción fundamental: la viabilidad a medio plazo del sistema de seguridad social.
Nos parece más eficiente que el resto de soluciones que se están barajando. Elevar la edad de jubilación implica reducir los puestos de trabajo disponible para nuestros hijos. Aumentar la cotización a trabajadores y empresas, significaría un nuevo recorte del salario disponible y un freno adicional a la contratación laboral. En un país con 20% del paro estas propuestas deberían quedar descartadas de antemano.
         El tema de las pensiones es un terreno abonado al populismo. “¡No consentiremos tamaña ilegalidad e injusticia!”, claman algunos. El ajuste que proponemos no sería ilegal si los trabajadores-cotizantes saben que el porcentaje del salario que percibirán al jubilarse puede ser reajustado por el Parlamento al alza o a la baja, dentro de ciertos límites y asegurando el mínimo de subsistencia para todos. La injusticia no veo donde localizarla. Más injusto me parece que las nuevas familias jubiladas perciban una pensión superior a tres mil euros mientras sus hijos disponen de la mitad de esa cifra para sustentar una familia de cuatro miembros, pagar la hipoteca y costear las pensiones de sus padres.
La Tribuna de Albacete (21/11/2016)