... o la emoción de empezar la casa por el tejado
Los independentistas catalanes están fascinados por la
“vía de Quebec”. El PSC unas veces dice digo y otras diego. ¿Saben lo que dicen
y la confusión que traería?
El Partido de Quebec (PQ) surgió en los años sesenta. Cuando
en 1980 consigue el gobierno de la provincia, organiza un referéndum unilateral
de secesión que pierde por 10 puntos. En 1995 organiza un segundo referéndum con
una pregunta que necesitó tres renglones para engañar a incautos. Vuelven a
perderlo pero esta vez por menos de un punto.
Fue necesario un susto así para que se despertara el
resto del país. ¿Existe el derecho a la secesión en el Estado Federal de Canadá?
Preguntaron a la Corte Constitucional. Su respuesta, (materializada el año 2000
en la “Ley de Claridad”) puede resumirse así: (1) Ni en Canadá ni en ningún
otro estado federal, existe el derecho unilateral a la secesión. (2) La
secesión requiere un cambio constitucional que puede empezarse por diferentes
puntos. Por ejemplo, con un acuerdo del Parlamento canadiense que le vincularía
a cambiar la Constitución si la gran mayoría de la población de Quebec optara
por la independencia. (3) La pregunta del referéndum ha de ser clara: salir o
quedarse en el Estado de Canadá. (4) Debería también aclararse (en el
Parlamento) el porcentaje de votos requerido para la independencia; no tiene
sentido admitir un cambio tan trascendental con el 50% más 1 de los votos. (5) No
menos importante es delimitar las circunscripciones electorales de manera que
si en alguna de ellas triunfara el NO, estaría en su derecho a permanecer en
Canadá.
Con estas
condiciones, el PQ no se ha atrevido a lanzar el tercer referéndum. Si llegara plantearía
serios problemas jurídicos y sociales. Los propios de empezar una casa por el
tejado. La Constitución española es más cauta y obliga a empezar la casa por
los cimientos. El artículo 167 de la CE recuerda que una reforma constitucional
que autorizara la secesión ha de ser aprobada por el 60% de ambas cámaras y, a
continuación, un referéndum nacional. El último paso sería el referéndum
particular de la comunidad autónoma. No necesita España ley de claridad; está
en la Constitución. Otra cosa es que no sea del agrado de quienes disfrutan
empezando la casa por el tejado.
La Tribuna de Albacete (18/07/2016)