miércoles, 11 de abril de 2012

Carta abierta a Artur Mas


El mejor Barça ha suscitado el mejor Real Madrid


Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya:
Aunque hayan pasado muchos años desde que dejé la Universidad de Barcelona para integrarme en la de Castilla - La Mancha, sigo con atención las noticias que emanan de Cataluña.  Las clasifico en dos carpetas etiquetadas así: (a) Deportes: el Barça no se cansa de ganar (b) Política: la Generalitat no se cansa de pedir y de llorar.  Contemplo con preocupación que el tono de los gemidos va en aumento.  En el último congreso de CiU usted ha lanzado un ultimátum en toda regla al Gobierno central: o nos concedéis un régimen fiscal similar al concierto de Navarra y el cupo del País Vasco o convocamos un referéndum en pro de la independencia de Catalunya.
                Tres cosas pediría yo a los políticos que ocupan cargos tan importantes como usted: legalidad, veracidad y responsabilidad.  Peticiones tan razonables como difíciles de cumplir. Ya habrá tenido posibilidad de observarlo, ¿no?.  “España es un Estado democrático de derecho”, reza el primer artículo de la Constitución de 1978.  En ella cabe el derecho a decidir, siempre que se decida conforme a derecho.  El referéndum unilateral que usted propone no sería legal en ningún estado unitario, autonómico o federal.  Sólo en las confederaciones se admite la separación por decisión propia.  Si el objetivo de CiU es la independencia díganlo claramente y empiecen a sumar fuerzas para una reforma constitucional que desemboque en la creación de una confederación de estados ibéricos.  Presentar el referéndum de independencia como algo legítimo, es un engaño a la ciudadanía del que usted debiera hacerse responsable.      
                Estoy de acuerdo en que el sistema foral vigente en Navarra y el País Vasco supone un privilegio económico para esos territorios y un agravio comparativo para el resto de España.  ¿Se ha preguntado alguna vez por qué esos sistemas fiscales no se dan en ningún estado del mundo, ni siquiera en los federales?  La opción responsable no consiste en generalizarlo, sino en eliminarlo o, al menos, en limar las fuentes del privilegio.  Presentar el régimen foral como un progreso atenta contra la verdad y la responsabilidad.
                Pero no me gusta hablar en estos términos pues, como usted bien sabe, los impuestos no recaen sobre los territorios sino sobre aquellos ciudadanos de carne y hueso que generan rentas y las consumen.  Si la presión fiscal media es mayor en Cataluña que en Castilla – La Mancha será porque los catalanes son más ricos.  Por la misma lógica la presión de los municipios ricos de Cataluña puede doblar la media regional. ¿Qué diría a usted a los alcaldes de esos municipios si pidieran un sistema de cupo similar al del País Vasco?  Posiblemente no les dejaría cruzar la puerta de su despacho donde colgaría el siguiente cartel: “No se admiten propuestas irresponsables”.
No todo son críticas. Le felicito por la valentía que ha tenido para coger el toro del déficit por los cuernos, reduciendo algunos gastos y aumentando impuestos.  En eso consiste la responsabilidad fiscal.  No en multiplicar el gasto público y culpar a Madrid del déficit fiscal, como era la estrategia habitual entre los nacionalistas.  Le animo a seguir por la senda de la responsabilidad.  Pronto comprenderá que la economía y la política no son juegos de suma cero, de esos donde unos ganan a costa de otros.  El mejor Barça ha suscitado el mejor Real Madrid.  La legalidad, veracidad y responsabilidad de los políticos catalanes, contribuirán a mejorar esas virtudes en España.  Y a la inversa.

La Tribuna de Albacete (11/04/2012)