domingo, 5 de noviembre de 2023

Ciceron dixit

Marco Tulio Cicerón fue uno de los más grandes filósofos, políticos, juristas, escritores y oradores de la Roma republicana. A esta larga lista de títulos, yo me atrevería a añadir el de “profeta”. Así lo demuestra el siguiente texto escrito en el año 70 aC, tras la Primera Guerra Civil.

«Los pueblos que ya no tienen solución, que viven ya a la desesperada, suelen tener estos epílogos letales: se rehabilita en todos sus derechos a los condenados, se libera a los presidiarios, se hace regresar a los exiliados, se invalidan las sentencias judiciales. Cuando esto sucede, no hay nadie que no comprenda que eso es el colapso total del tal Estado; donde esto acontece, nadie hay que confíe en esperanza alguna de salvación».

 

Las palabras de Cicerón no fueron leídas pero sí aplicadas. La amnistía solo sirvió para preparar la Segunda Guerra Civil. Ésta acabó con la República y dejó paso al Triunvirato y el Imperio donde el emperador fue un dictador-divino. Solo entonces se procedió a ejecutar a los que tuvieron la desgracia de haberse apuntado en el bando malo, Cicerón entre ellos. Los triunfos militares del Imperio Romano avanzaron en paralelo a la represión del pueblo y los asesinatos entre los candidatos al poder.


Impresionantes y proféticas palabras, las de Cicerón. Harán bien en reflexionar sobre ellas los políticos españoles de 2023 y los jueces que se sienten deudores con los políticos que les nombraron. Una cosa doy por cierta. Ni la violencia al margen de la ley, tanto de súbditos como de gobernantes, ni la amnistía que erosiona el Estado de derecho, ni la autodeterminación a la carta serán una solución duradera al odio fraternal que existe en casi todos los rincones de nuestro querido y maltrecho planeta Tierra.


La Tribuna de Albacete (6/11/2023)